SALIDA PEDAGÓGICA: CÁTEDRA TUNJA
Al recorrer las calles del centro histórico de la ciudad de Tunja es inevitable sentir una nostalgia que nos invade todo el cuerpo. A donde usted quiera mirar, encontrará un tesoro de una riqueza histórica y cultural incomparable y que de alguna manera nos recuerda quienes somos. Haber crecido y vivido en el seno de esta ciudad es un privilegio que no muchos pueden darse. Le invito por ejemplo a pensar en sus iglesias, la catedral Santiago de Tunja, San Francisco, San Ignacio, Santa Bárbara, Santo Domingo, Santa clara, San Laureano, entre otras Algún día si se encuentra interesado, le invito a que entre a una sola de ellas, lea su historia y le aseguro que va a sorprenderse, encontrará tal vez las obras de arte más lindas que sus ojos han visto y pensará en cuántas veces ha pasado por allí y nunca se ha detenido a contemplar semejante riqueza.
En su búsqueda encontrará también algunas historias que de repente llamarán su atención, algunas ciertas como aquella de los túneles que conectaban las iglesias para resguardar religiosos que eran perseguidos, como aquella en la que originalmente la entrada de Santo Domingo era por donde ahora es el altar mayor, y algunas otras que a ciencia cierta no sabría decir si son ciertas o no, como aquella en la que se dice existe un judío errante que vaga por las calles de Tunja y que no puede dejar de andar, porque si lo hace sus pies se encienden con un fuego ardiente. De esas hay muchas más historias que seguramente en su recorrido encontrará y al final del día terminará como yo: Con un corazón que ya no me pertenece, le pertenece a estas frías calles que han sido mi hogar y mi refugio. |
Docentes Área de Ciencias Sociales